El filosofo y el artista

“No es menor dificultad para el filósofo que para el artista el estar en desacuerdo con el ritmo intelectual de su época, mas las cosas pasan de muy distinta manera en el caso de uno y de otro. El artista infunde en una obra el espíritu creador; el filósofo mide sobre la realidad el espíritu cognoscente. Confiando primero en la inteligencia de su tiempo y sacandode ella todo el partido posible, concentrando antes todos sus decaimientoslo mismo que todos sus entusiasmos, el artista tendrá posibilidad de poneren orden toda la masa. Pero el filósofo debe aproximarse primero al objeto y aferrarse a él locamente, con tanta intensidad que en la masa, adversa y obstinada, se produzca una ruptura que determine un reagrupamiento de fuerzas y una nueva orientacion.”

(Maritain, Grandezas y Miserias de la Metafisica, en Los Grados del Saber)